jueves, 27 de noviembre de 2008

Hace una noche de abrigos largos y vestidos cortos. De vaho en el aire y calles vacías. Guateques en pisos de estudiantes y alcohol derramado. Pijamas y mantas con chocolate caliente. Señoras asándose al fuego lento del brasero y la mesa camilla. Borrachos cálidos en los bares y yonkis muertos de frío. Penumbras y penas a la luz de la hoguera. Niños que lloran, niños que luchan. Y coches veloces que se estrellan en las carreteras.

Duerme conmigo, dijo con firmeza. Ni conversar, ni follar, ni soñar. Solo quiero que duermas conmigo. A mi lado. Que calientes la cama y no haga tanto frío.
No me creas, es solo un engaño para tenerte. No me entiendas, no quiero que me entiendas. No me sueñes. Y empezaba a temblarle la voz.
Por la mañana todo se desvanece, desaparece. Ya no estoy.
Duerme conmigo, para poder cerrar los ojos y desaparecerte.
No comprendo nada, ni sé como continuar...
Jim Botón

martes, 25 de noviembre de 2008

Pablito es pequeño, pero todo lo entiende. Me mira a los ojos, buscando al niño dentro de mí. Nadie escucha lo que dice, nadie observa lo que aprende. Pablito llora, chilla, grita, desespera. Me desespera. No quiere, no puede, no sabe caminar. Es difícil y se rinde. Su mundo se mueve de brazo en brazo de quien no le quiere dejar escapar. Miradas de pena y compasión. Se rinde, se deja querer. Te obliga a quererle. Todo al alcance de la mano, nunca crecerá, nunca caminará. No hay ni hambre ni necesidad.
Jim Botón

lunes, 24 de noviembre de 2008

Mi timidez es contagiosa. Lo noté anoche al cruzarme contigo. Como la gripe o como un bostezo. Ni tan peligroso ni tan poco. Es cierto, como si de síntomas psicotrópicos se tratara, levanté mis ojos del suelo. Imagina la rasera despegando dos huevos fritos de la sartén.

Y huyeron los dos del despertar empapado en alcohol y desconcierto al verte al otro lado, respirando en sueños. Se vistieron, los dos, en párpados disfrazados de sonrisa.

Mi timidez es contagiosa. Lo supe al verte en el bar donde ni tú ni yo nos atrevimos a entrar. Es contagiosa, si yo no miro, nadie existe, nadie me mira, nadie me ve. Si cierro los dos ojos, nada existe.



Jim Botón

miércoles, 19 de noviembre de 2008

PARECE PELIGROSO


Parece peligroso, como tantas cosas. Parece difícil, pero solamente al comienzo. Cuatro pedaladas con las que perder el aliento, cuatro pulmones de tóxicos ajenos. Y al fin te agarras y te dejas llevar. Así ocurren miles de historias, entre adoquines y azulejos.

Jim Botón