Hace una noche de abrigos largos y vestidos cortos. De vaho en el aire y calles vacías. Guateques en pisos de estudiantes y alcohol derramado. Pijamas y mantas con chocolate caliente. Señoras asándose al fuego lento del brasero y la mesa camilla. Borrachos cálidos en los bares y yonkis muertos de frío. Penumbras y penas a la luz de la hoguera. Niños que lloran, niños que luchan. Y coches veloces que se estrellan en las carreteras.
Duerme conmigo, dijo con firmeza. Ni conversar, ni follar, ni soñar. Solo quiero que duermas conmigo. A mi lado. Que calientes la cama y no haga tanto frío.
No me creas, es solo un engaño para tenerte. No me entiendas, no quiero que me entiendas. No me sueñes. Y empezaba a temblarle la voz.
Por la mañana todo se desvanece, desaparece. Ya no estoy.
Duerme conmigo, para poder cerrar los ojos y desaparecerte.
Duerme conmigo, dijo con firmeza. Ni conversar, ni follar, ni soñar. Solo quiero que duermas conmigo. A mi lado. Que calientes la cama y no haga tanto frío.
No me creas, es solo un engaño para tenerte. No me entiendas, no quiero que me entiendas. No me sueñes. Y empezaba a temblarle la voz.
Por la mañana todo se desvanece, desaparece. Ya no estoy.
Duerme conmigo, para poder cerrar los ojos y desaparecerte.
No comprendo nada, ni sé como continuar...
Jim Botón